Para que un músculo se contraiga se necesita cierto grado de tensión. Es lo que se llama el tono muscular. Gracias a este tono podemos respirar, el corazón bombea y nos movemos. Sin embargo, cuando un músculo no se utiliza, debe estar completamente relajado y de esta manera descansa. Pero no siempre le damos opción a los músculos para relajarse completamente. La tensión muscular crónica se puede deber a una mala postura o mala alineación del cuerpo, al desequilibrio muscular, al estrés físico o emocional, y a lesiones o mecánica defectuosa del movimiento de las articulaciones, mantenidas a lo largo de los años. La función y la estructura de las articulaciones de la columna vertebral y sus músculos asociados, se ven afectados por estas razones, siendo responsable de una gran parte de los problemas que derivan de la espalda.
Tensión muscular crónica y lesiones tendinosas y musculares. La tensión crónica provoca rigidez en los músculos y en sus movimientos. En estas condiciones los músculos son frágiles porque no pueden absorber el estrés de la actividad normal, lo que les hace mas susceptibles a lesiones tendinosas y a desgarros. Un músculo lesionado o contraído crónicamente, tiende a producir inestabilidad articular y disminuye el rango de movimiento de la articulación que mueve. Cuando las articulaciones no funcionan de una forma normal y armónica, puedes sufrir cambios degenerativos debido a la distribución anormal del peso y a pequeños desgarros. Esta relación entre músculos poco flexibles, función articular y alineamiento articular es especialmente evidente en los problemas de la columna.
Tensión muscular y alineación de las articulaciones. La falta de una contracción homogénea de los músculos produce contracturas musculares crónicas y también puede alterar la alineación de la articulación. Los músculos trabajan en pares de tal forma que cuando un lado se contrae, el otro se relaja y se estira. La columna vertebral puede desalinearse por el trabajo o el desarrollo asimétrico de los músculos de la espalda. De la misma manera que una articulación desalineada puede ser la causa de tensión compensatoria en uno de un par de músculos.
Problemas articulares. Cuando las articulaciones no están correctamente alineadas sus relaciones funcionales cambian lo que puede dañar su integridad. Si los músculos contraídos acercan demasiado las dos partes de una articulación, se puede producir fricción entre ellas, lo cual puede erosionar el cartílago que las recubre y protege. Al dañarse el cartílago la superficie de lisa a rugosa y se puede hacer dolorosa con el movimiento y terminar degenerando (artrosis).
¿Qué puedes hacer con la tensión muscular? Hay algunas pequeñas cosas que tendrá un efecto muy importante a lo largo del tiempo:
- Concederte cada día un rato para una relajación total física y mental. En este rato recorre tu cuerpo buscando tensión muscular y aprende a relajar los músculos contraídos.
- En el trabajo intenta descansar la espalda 1 minuto por cada hora de actividad. Tanto si estas de pie como sentado, contrae tu abdomen hacia dentro mientras exhalas. Curva la columna hacia adelante desde el coxis hasta que tu barbilla toque el pecho, aflojan la barriga y respira profundamente con la espalda relajada. Respira dos o tres veces y poco a poco retorna a la posición normal sintiendo tus vértebras una a una desde la base de la columna.
- Visita periódicamente a tu quiropráctico/a para que elimine precozmente desalineamientos en la columna que mas tarde puedan producir problemas articulares y desequilibrios musculares. El licenciado en quiropráctica está entrenado para valorar los problemas articulares y musculares y reconocer las áreas con movilidad reducida o malposiciones de vértebras y articulaciones. Por medio del ajuste su quiropráctico/a devolverá la adecuada movilidad y posición de las articulaciones facilitando la relajación muscular y finalmente mejorando el equilibrio del organismo entero.