Entre sus beneficios podemos destacar:
- Previene la comprensión de las vértebras: la columna vertebral se estira y por lo tanto aumenta los espacios intervertebrales. Con ello conseguimos mejorar el riego sanguíneo.
- Ayuda a rebajar el dolor de espalda y cuello: la inversión contribuye a aliviar la presión sobre ligamentos, discos y raíces nerviosas.
- Relajación de los músculos: ideal para luchar contra la aparición de la artrosis.
- Estimula la circulación de la sangre: el corazón no tendrá que realizar tanto esfuerzo para bombear sangre. Se evita así que surjan las varices o hemorroides.
- Disminuye los niveles de ansiedad y estrés: se reduce la tensión en articulaciones y músculos, provocando en la persona que lo realiza una sensación de placer.
- Mejoras en la actividad mental: favorece el riego del cerebro.
- Potenciar la fuerza: es posible realizar en la posición de inversión ejercicios como extensiones o abdominales.
- Incrementa la flexibilidad: permite que la columna y las articulaciones se mantengan flexibles, haciendo que los discos estén continuamente hidratados.
- Se ejercitan los músculos del tronco: que son los que se ocupan de mantener la postura y de transferir la energía al cuerpo. Todo ello sin generar presión a la columna.
- Corregir la alineación de la columna, además de liberar las tensiones musculares.